Ayer tuve que esperar que abrieran una oficina, la numero cincuenta y seis, por lo que no me quedó más que matar el tiempo ( antes que este me matara a mi ) recostado a las escaleras, frente al ascensor de aquel edificio lleno de gente y oficinas.
Cuando de pronto note que los que entraban y pasaban, saludaban con un “buenas” Situación que me llamo la atención, dado que esta costumbre se ha ido perdiendo. Todo esto me hizo convertirme en un encuestador improvisado, apunto las tres personas que ya me habían llenado de optimista con un buenos días.
Viene la cuarta- Una señora que ni atina alzar la vista.
El quinto –Un señor bien vestido que me mira a los ojos, pero sin más apura el paso
Sexto-Nada
Un par de señoras de la tercera edad salen del ascensor, (sus avanzadas edades me hacen presumir que por lo menos esbozaran una calida sonrisa) pero nuevamente en blanco.
Octavo –Un señor que sale muy serio del ascensor-Lo miro a los ojos- Parece que va si va a hablar, cambia su cara… Pero solo para silbar una canción (Un bolero)
Que va a que hora dije hacer una encuesta –Pienso por dentro
Cuando en eso veo un señor, que con lotería en mano presumo dirá un “Buenos días” ¡Por ser vendedor no fallara, según yo! Pero pasa como si nada-Noto que anda buscando a alguien, se devuelve va a pasar a mi lado y entonces cuando se acerca lo miro fijo, sonrío disimuladamente y emito un buenas ( esto no fallara). Pero una nueva desilusión, ni se inmutó el vendedor, siguió su paso.
Se vuelve a abrir el ascensor (espero atento) sale un señor con su saco gris, corbata roja… Creo que es el que estoy esperando, me señala y sin saludar me dice: Usted es que me trae los papeles? –Venga, pase adelante – Disculpe la tardanza –
Y el saludo pienso yo….
Pues así terminó mi principiante e insipiente faena de encuestador, se acabo la encuesta con resultado de ocho sin saludar y tres con buenas normas de cortesía. Lo que comenzó con esperanzador resultado, poco a poco fue consumido por ocho muestras de aquellas cada vez menos utilizadas norma de saludar, de ser amable…
Y lo acepto, esto se ha ido perdiendo y muchas veces yo mismo he olvidado ofrecer un sencillo pero tan amable saludo.
Que en este día catorce de febrero y este mes, llamado mes del amor, no olvidemos saludar, no nos reservemos “un gracias y unas buenas noches.
Feliz día de la amistad
Cuando de pronto note que los que entraban y pasaban, saludaban con un “buenas” Situación que me llamo la atención, dado que esta costumbre se ha ido perdiendo. Todo esto me hizo convertirme en un encuestador improvisado, apunto las tres personas que ya me habían llenado de optimista con un buenos días.
Viene la cuarta- Una señora que ni atina alzar la vista.
El quinto –Un señor bien vestido que me mira a los ojos, pero sin más apura el paso
Sexto-Nada
Un par de señoras de la tercera edad salen del ascensor, (sus avanzadas edades me hacen presumir que por lo menos esbozaran una calida sonrisa) pero nuevamente en blanco.
Octavo –Un señor que sale muy serio del ascensor-Lo miro a los ojos- Parece que va si va a hablar, cambia su cara… Pero solo para silbar una canción (Un bolero)
Que va a que hora dije hacer una encuesta –Pienso por dentro
Cuando en eso veo un señor, que con lotería en mano presumo dirá un “Buenos días” ¡Por ser vendedor no fallara, según yo! Pero pasa como si nada-Noto que anda buscando a alguien, se devuelve va a pasar a mi lado y entonces cuando se acerca lo miro fijo, sonrío disimuladamente y emito un buenas ( esto no fallara). Pero una nueva desilusión, ni se inmutó el vendedor, siguió su paso.
Se vuelve a abrir el ascensor (espero atento) sale un señor con su saco gris, corbata roja… Creo que es el que estoy esperando, me señala y sin saludar me dice: Usted es que me trae los papeles? –Venga, pase adelante – Disculpe la tardanza –
Y el saludo pienso yo….
Pues así terminó mi principiante e insipiente faena de encuestador, se acabo la encuesta con resultado de ocho sin saludar y tres con buenas normas de cortesía. Lo que comenzó con esperanzador resultado, poco a poco fue consumido por ocho muestras de aquellas cada vez menos utilizadas norma de saludar, de ser amable…
Y lo acepto, esto se ha ido perdiendo y muchas veces yo mismo he olvidado ofrecer un sencillo pero tan amable saludo.
Que en este día catorce de febrero y este mes, llamado mes del amor, no olvidemos saludar, no nos reservemos “un gracias y unas buenas noches.
Feliz día de la amistad
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